lunes, 10 de diciembre de 2012

AMARGADOS, RESENTIDOS Y MALOS



By Alberto Jiménez Ávila
He escuchado a las personas decir que la gente es mala, pero no creo que siempre sea así, algunas veces somos nosotros los malos y la gente que nos rodea son el reflejo de lo que nosotros mismo somos, lo he comprobado y lo he vivido en carne propia, la gente buena acostumbra  rodearse de gente buena, la mala, también hace lo mismo, porque cada quien busca a su par. Los drogadictos acostumbran juntarse con los drogadictos, los alcohólicos solo con alcohólicos, los rateros con los rateros, los asesinos con asesinos y los amargados y resentidos con amargados, y la gente feliz con los que son felices porque solo con ellos se sienten bien, y tienen tema para conversar porque tienen los mismos intereses y siempre platicaran de lo que mas les interesa.

El ser humano por naturaleza busca compañía para no sentirse solo, así ha sido siempre desde que Dios creo al primer hombre, pero a veces nos equivocamos al escoger a nuestras amistades, en ves de escoger a nuestro par, escogemos a personas que no tienen los mismos sentimientos e  intereses que nosotros, y es entonces que nos va mal en la vida. Otras veces creemos ingenuamente que aquellas personas que nosotros queremos y estimamos, nos quieren de la misma manera como nosotros los queremos a ellos, y no siempre es así.

“Dime con quien andas y te diré quien eres”
Para que en la vida nos vaya mejor, es muy importante saber con quien debemos juntarnos y con quien no, porque de eso dependerá mucho que la vida nos sonría y seamos felices. La gente buena nos enseña cosas buenas, las malas solo cosas malas y los demás siempre creerán que somos iguales que las personas con las que nos ven, y a veces por inercia actuamos como nuestros amigos y otras veces convencidos de que eso es lo correcto, aunque sea malo, y los que nos rodean nos trataran de la misma manera como nosotros nos comportemos con ellos.

Por eso cuando  alguien nos trate mal, no debemos actuar de la misma manera contra ellos, primero preguntémonos como estamos actuando ante ellos, porque dependiendo de como actuemos ante los demás, será como nos traten, si actuamos déspotas, los demás se pondrán a la defensiva, pero si somos amables, la gente por muy  mala que sea se quedara sin argumentos o motivos para agredirnos o tratarnos mal, pero si la agresión persiste, lo mejor es alejarse de ellas y no contestar la agresión y tampoco discutir con ellos, porque nunca les ganaremos, ellos están convencidos de que todo el mundo esta en su contra, por lo tanto no tienen motivo para ser amables con los demás y están resentidos, no solo con los que lo rodean, sino con todo el mundo.

Es muy fácil saber cuando una persona no es feliz, y además de estar amargada, resentida y en contra de todos los que son felices. Son aquellas personas que cuando te los encuentras, lo primero que te dicen, no saber porque hay tanta gente mala en el mundo, te cuenta todas las bondades y buenas obras que ella o él ha hecho por los demás, sin recibir ni siquiera las gracias, y durante toda la conversación no para de hablar mal de la gente que conoce y hasta de los que no conoce, que llega un momento que te pone de malas nada más de oírlas.

En lo personal he aprendido que ese tipo de personas están enfermas del alma, les hace falta amor y por eso no saben amar a su próximo, porque en verdad, nadie puede dar lo que no tiene, y esas personas carecen de felicidad y amor, que hasta la sonrisa de los demás les molesta y lo toman como una agresión hacia ellos, así me ha pasado y por eso me consta.

En una ocasión cuando estudiaba la secundaria, tenia ganas de salir de vacaciones y conocer el mundo, pero mis recursos monetarios no me alcanzaban ni para salir al siguiente pueblo, por tal motivo me fui de ayudante de unos vendedores de mercancías en abono de casa en casa a la pequeña ciudad de Cacahuatepec  Oaxaca, me habían contado los que conocían el lugar, que estaba muy bonito y que en verdad disfrutaría conocerla, por eso sin pensarlo mucho me fui con los vendedores.

Cuando llegamos a Cacahuatepec, nos fuimos directamente a la casa donde nos hospedaríamos, porque en ese entonces no había hoteles, solo casas de huéspedes o casas particulares que se rentaban a las personas que lo solicitaran y siempre y cuando los dueños no sospecharan que eras persona mala o “non grata” como se me califico dos días después.

La dueña de la casa donde nos hospedamos, era una persona que en lo particular me pareció amable aunque muy seria conmigo, porque con los dos señores con los que iba era diferente, aunque no le di importancia a eso,  era muy delgada, que ahora que lo pienso bien tal ves sufría de anorexia o anemia, era viuda y vivía sola, porque sus hijos ya se habían casado y Vivian en Pinotepa, además del hospedaje nos daba dos comidas diarias.

El mismo día que llegamos, después de descargar la camioneta en donde llevábamos las mercancías, salimos a recorrer el lugar ofreciendo lo que llevábamos casa por casa, yo estaba feliz, andaba en un lugar que me parecía bonito y estaríamos ocho días. Todos los días salíamos a vender  muy temprano, a las ocho de la mañana ya estábamos saliendo a vender, y al medio día regresábamos a la casa  para comer y descansar un poco, pero mientras descansábamos los señores jugaban a las cartas mientras yo veía y me reía de sus conversaciones y chistes que contaban, en verdad estaba contento, no tenia motivos para no estarlo y por eso me reía  casi de todo como suelo hacerlo aun hoy en día.

Pero dos días después mi alegría se volvió preocupación y tristeza, la señora me quería correr de su casa, no me lo dijo directamente, se lo comento a los señores y me preocupe. Pregunte cual era la razón por lo que no me quería en su casa y me contaron lo que ella les dijo. Le molestaba mi sonrisa, para ella no era normal que siempre sonriera, y solo había un motivo de mi risa, cada vez que me reía no lo hacia por los chistes de los señores, me reía de ella, según sus propias conclusiones, y fue tajante,
-o deja de reírse o se larga de mi casa, porque no permito que nadie se burle de mi.
No me quedo de otra, más que reprimir mi alegría, no tenia permitido ni siquiera sonreír, la orden era precisa y clara,
- si quiere seguir aquí, tiene que dejar de sonreír porque eso me molesta.

Tenia que obedecerla, porque no me quedaba de otra, cuando estábamos en la casa, comíamos en el corredor y mientras lo hacíamos, ella como soldado se quedaba parada en el marco de la puerta y no me quitaba la mirada, en verdad se le notaban las ganas perversa de atraparme con una leve sonrisa para darse el gusto de correrme de su casa, pero no lo logro, me di cuenta que ella estaba amargada y que no dejaría que su amargura me perjudicara.

En esa ocasión aprendí que cuando uno esta de buenas, hasta las mentadas de madre las toma como piropos, y cuando no, hasta los piropos o las sonrisas son como las peores ofensas que una persona le puede hacer a los demás, la señora le molestaba mi sonrisa y mi alegría, para ella que estaba amargada, eso no era normal, era una persona egoísta por su misma condición o situación en la que se encontraba, ¿si ella no era feliz, por que los demás lo serian? Por eso todo lo que fuera alegría le molestaba, no le guarde rencor ni entonces ni ahora, solo me causo temor y preocupación.

Así he conocido muchas personas pero trato de no tener amistad con ellas, siempre los evito para que no me contagien su infelicidad, me da temor ser una persona igual que ellos, siempre he pensado que si estoy en una mala situación, sin importar cual sea esta, los que me rodean no tienen la culpa, y si alguien la tiene, solo a esa persona tengo que reprochárselo y hacerle sentir mi malestar, pero no a los demás que nada tienen que ver con mi situación, porque cuando uno lo hace, lo único que logras es que las personas que en verdad te quieren, también se vallan de tu vida y te dejen solo.

He aprendido también, que para tener buenos amigos, no debemos dejar que ellos nos escojan, sino que nosotros debemos hacerlo, solo aquellos que son buenos  debemos tener como amigos, y a los que no, simplemente alejarse de ellos sin necesidad de dar explicaciones, porque no lo entenderán y solo perderás tu tiempo. Las buenas personas no te dirán que son buenas, pero en cambio las malas, es lo primero que te dicen cuando se presentan contigo, te lo dicen con tanta pasión como tratando de convencerse así mismo de que lo que dicen es verdad. Por eso lo mejor es no preguntar, solo conversar, porque cuando uno platica, dice mucho de si mismo, que si te lo preguntan directamente nunca lo dirás, solo  hay que poner atención a la conversación y las respuestas te llegaran.

lunes, 29 de octubre de 2012

¡ADOLESCENTE LIBÉRATE!


¡ADOLESCENTES!
¿Harto de los sermones de tus padres?...
LIBÉRATE
¡Ponte en acción!
Consigue un trabajo,
Paga tus cuentas,
Prepara tu comida,
Lava y plancha tu ropa
El momento es AHORA…
¡QUE LO SABES TODO!

martes, 9 de octubre de 2012

SOLO LE HACIA FALTA REBUZNAR, PORQUE OREJÓN YA ESTABA



By Alberto Jiménez Ávila
Cuando Dámaso llego de la escuela su madre como siempre ya lo esperaba con la comida servida, era su único hijo, por eso era su adoración y lo quería como a nadie más, mientras comía le pregunto como le había ido en la escuela -todo bien mamá, hasta hoy voy muy bien en la escuela- le contesto, y cambiaron de tema. Como todos los días después de comer él se ponía a ver televisión, y después de eso a veces hacia tarea o se ponía a dormir, pero eran muy raras las ocasiones en las que hacia tarea, y cuando doña Estela lo cuestionaba, siempre le contestaba – era algo muy fácil que la hice antes de llegar a casa- y ella al oírlo se enorgullecía por saber que su hijo era muy inteligente, y cada vez que podía se lo presumía a sus vecinas y amigas.

Dámaso estaba estudiando el tercer año de secundaria, ya estaban en exámenes finales, no trabajaba, su única obligación era estudiar y sus padres estaban orgulloso de él, decían que algún día llegaría a ser un gran medico, que harían todo lo posible para que estudiara medicina. Y cuando se le preguntaba a él que carrera profesional estudiaría, solo sonreía, y únicamente cuando se le presionaba contestaba que estudiaría lo que sus padres querían, medicina.

Doña Estela y su esposo tenían motivos para estar orgullosos de su hijo, durante los años que estuvo estudiando la primaria, siempre estuvo en el cuadro de honor, cada fin de año se le otorgo un diploma por ser uno de los alumnos mas aplicado de su salón, y por eso ellos se sentían muy orgullosos y con la seguridad de que su hijo llegaría a ser un gran profesionista, Don Matías siempre lo apoyo en sus tareas desde que entro a la primaria, le ayudaba a hacer sus tareas escolares, y cuando había una reunión de padres de familia, él nunca falto a ninguna, siempre estuvo presente y le hacia saber a los maestro que él era el padre de Dámaso.

En la casa siempre se criticaba lo burro que eran los hijos de los vecinos, siempre tenían que andarlos vigilando y regañándolos para que hicieran sus tareas escolares, en cambio Dámaso, no era necesario hacer nada de eso, ya tenían un horario establecido para hacer la tarea, después de que don Matías llegaba del trabajo.

Don Matías llegaba siempre después de las seis de la tarde, al llegar a casa lo primero que hacia era cenar, y después de eso esperaba que se le bajara la cena, para después ayudar a su hijo con la tarea, eso hacia diariamente de lunes a viernes, por eso criticaba a aquellos padres que decían que por falta de tiempo no ayudaban a sus hijos con las tareas –por eso tienen hijos burros, porque ustedes no les ayudan con sus tareas, así nunca serán inteligentes- les decía.

Los vecinos también ayudaban a sus hijos a hacer sus tareas escolares, pero únicamente cuando estos no entendían como resolverlas, trataban de no meterse mucho en sus obligaciones escolares, dejaban que ellos las resolvieran, no porque en verdad quisieran que aprendieran a resolver sus asuntos solos, sino por el hecho de no estar acostumbrados a hacerlo, pero también porque muchos de los padres apenas si habían terminado la primaria, y otros que tenían un mayor grado de estudios, al no estar acostumbrados a leer, les daba hasta dolor de cabeza leer las explicaciones que traían los libros de sus hijos, por eso siempre evitaban ayudarlos si estos no se lo pedían.

Un día, una vecina que tenía a su hijo en la misma escuela secundaria donde estudiaba Dámaso, se entero que este no entraba a todas las clases y que se la pasaba vagueando con otros alumnos de muy mala reputación, por lo tanto alarmada la vecina, en cuanto se entero de esto, corrió a ver a doña Estela, para ponerla al tanto de lo que su hijo estaba haciendo, creyendo que estaba haciéndole un favor al contarle lo que sucedía, y esperando recibir las gracias por hacerlo, se regreso avergonzada por todo lo que le dijo doña Estela – es usted una vieja chismosa y metiche, debería de estar al pendiente de lo que hacen sus hijos e hijas, no andarse fijando en lo que mi hijo hace, todo lo que usted me acaba de decir no son mas que mentiras de una vieja chismosa y envidiosa, mi hijo es un excelente estudiante, no como sus hijos, que son unos burros, lo único que les hace falta es que rebuznen, porque orejones ya están-

En cuanto Dámaso llego a casa, doña Estela lejos de regañarle o cuestionarlo sobre la veracidad de lo que la vecina le había dicho, le comento en forma de queja que la vieja Chancluda y chismosa le había ido a decir mentiras  sobre él, y como era de esperarse, Dámaso lo negó todo y le reafirmo a ella que todo lo que había dicho la vecina era por pura envidia, por no tener un hijo tan inteligente como él, y le pidió que no hiciera caso de las malas lenguas ni de los chismes que estas le llevaran a casa.

Cuando Dámaso entro a la escuela secundaria, su padre como siempre lo había hecho en la primaria, tenia la intención de ayudarlo con las tareas, pero en el primer día desistió de hacerlo porque se dio cuenta que no entendía nada de lo que decían los libros, don Matías había estudiado hasta tercero de primaria, por eso no entendió lo que decía el libro de químicas, ciencias naturales ni mucho menos el de ingles por no entenderlo ni hablarlo, y fue así que decidió mejor dejarlo hacer sus tareas solo, él tampoco le pidió ayuda porque sabia de las limitaciones de su padre.

En la primaria don Matías seguido iba a las reuniones escolares y conocía a los maestros de su hijo, pero en la secundaria nunca fue a una reunión porque nunca recibió citatorio, por lo tanto tampoco conocía a ninguno de los maestro de Dámaso, y doña Estela mucho menos, porque ella no se ocupaba de esas cosas, siempre estaba enferma y era don Matías quien se encargaba de ir a las reuniones de padres de familia, por eso ella no estaba enterada de nada, todo lo hacia su esposo.

Por boca de las vecinas doña Estela se entero del día de la graduación, porque Dámaso no les había contado nada, por eso cuando lo supo, le pregunto por qué no le había dicho, y este solo contesto que se le había olvidado, ella emocionada se lo comunico a su esposo, para que este se preparada y pidiera permiso en el trabajo para ir a la graduación de su hijo, y como buen padre orgulloso solicito el permiso con anticipación para no perderse el gran evento.

El día de la graduación todos los alumnos que terminaban en esa generación estaban nerviosos y emocionados por el momento tan esperado de terminar la secundaria y pasar a otro nivel en el que no sabrían si estarían juntos o cada quien se iría por caminos diferentes. El único que parecía más nervioso que emocionado era Dámaso, al despertar le comento a sus padres que no quería ir a la terminación, ellos se alarmaron y le dijeron que eso era impensable, tenia que ir y por eso fue, pero en verdad no quería ir.

Don Matías pensó que la actitud de su hijo se debía a los nervios y la emoción de terminar la secundaria, algo que ni él ni su esposa habían estudiado, ya que al igual que él su esposa tampoco había terminado la primaria y los dos se sentían orgullosos de que su hijo la terminara para seguir estudiando y algún día ser un gran medico.

En la ceremonia de graduación  don Matías y doña Estela estaban radiantes de felicidad, se notaba en sus ojos, pero al termino de esta se sentían triste y humillados, no podían creer lo que había sucedido, a su hijo no le habían dado sus documentos, es más ni siquiera lo habían mencionado en el pase de lista final para entregarle sus documentos, y quisieron saber el motivo, en un principio pensaron que probablemente se les había pasado mencionarlo y que después le entregarían sus documentos, pero cuando vieron que a los demás alumnos si les entregaron su certificado y no les había sobrado ni un folder, sintieron que algo andaba mal y quisieron saberlo, pidieron hablar con el director y este los atendió.

Cuando pasaron a la oficina del director, este después de pedirle el nombre de su hijo y grupo en el que había terminado, solicito a su asistente el expediente de Dámaso, y el director también se alarmo por lo que había sucedido. No se explicaba como ellos siendo sus padres no se habían dado cuenta que su hijo había sido expulsado desde inicio del ciclo escolar por ser uno de los peores estudiantes. Les menciono  los múltiples citatorios que les envió para que lo fueran a ver y poder platicar sobre su hijo, pero que estos nunca atendieron, don Matías se excuso diciendo que por su trabajo no podía ir, pero el director se dirigió a doña Estela y la regaño al saber que ella no trabajaba y aun así no iba a las reuniones argumentando su múltiples males verdaderos o ficticios, todo fue una pesadilla para ellos al saber que su hijo no era inteligente como presumían, era uno más de la colonia, un burro al que solo le hacia falta rebuznar, porque orejón ya estaba.

Dámaso nunca fue inteligente, todo fue ficticio, creado por sus propios padres, don Matías siempre fue el que le hacia las tareas en las tardes cuando estudiaba la primaria, él nada más veía como su padre batallaba haciendo las tareas como si él fuera el alumno, y cuando no entendía como hacerla,  al otro día se presentaba con algún detalle para el maestro o maestra y era así como los maestros se sentían comprometidos para colocarlo en el cuadro de honor y al final de año otorgarle el diploma como el mejor alumno.

El único culpable de esta tragedia no era Dámaso, los principales culpables eran sus padres, él no los engaño, fueron ellos los que se engañaron, porque difícilmente los hubieran engañado si ellos no se hubieran segado con la falsa ilusión de tener un hijo inteligente al que no le cuestionaban nada, y por eso no aceptaban que alguien se los criticara, porque esto era motivo suficiente para retírale la amistad, ellos como los enamorados, sabían la verdad, pero tenían la esperanza de que algún día todo cambiara, y su defectos como por arte de magia se le quitara, pero lo burro nunca se le quito.


lunes, 13 de agosto de 2012

EL HOMOFÓBICO



By Alberto Jiménez Ávila.

En un pueblo chico, las cosas que suceden inmediatamente las saben todos, no es necesario periódico u otro medio de comunicación, todos se conocen y saben quien es quien. Por eso cuando Pantera se peleo con Macario, todo el pueblo se entero y lamentaban lo sucedido. Macario era el único homosexual reconocido en ese pueblo, era respetuoso y tranquilo, por eso todos lo respetaban, era muy amable y siempre ofrecía su apoyo a quien lo necesitaba.

Como la mayoría de los habitantes del pueblo, Macario era un campesino, que se ganaba la vida sembrando la pequeña parcela familiar, y con lo que obtenía de cosecha, podía sobrevivir, porque no era mucho lo que obtenía de ganancia, una vez que vendía lo cosechado, y por eso después de pensarlo mucho, decidió poner una cantina y de esa manera tener un poco más de ingresos.

En el pueblo ya había cantinas, pero de cantina, solo tenían el nombre, porque así se le decía a todo local que vendiera cervezas, por eso Macario decidió hacer algo diferente para poder atraer a  la clientela. Rento una casa y allí instalo su Cantina, con el servicio completo de un burdel, es decir que, el servicio era completo, tenía cerveza, vinos, licores y mujeres, pero las mujeres no solo eran meseras, sino que también prestaban el servicio sexual.

Fue así como Macario empezó a mejorar su situación económica, casi todos los días tenia clientela, sobre todo en las noches su local se abarrotaba, las mujeres que tenía en la cantina, atraían a la clientela masculina como el dulce a las hormigas, por eso las mujeres, se molestaban que sus esposos o novios frecuentaran la cantina.

Todo iba  bien con el negocio, a veces había peleas, pero nada grave, cosas de borrachos que se ponían a discutir entre ellos y terminaban dándose de golpes, Macario nunca se había peleado con los clientes, solo pequeñas discusiones por desacuerdo con la cuenta al momento de cobrar, era una persona tranquila, por eso cuando se lio a golpes con Pantera, la gente se sorprendió.

En el pueblo se decía que Macario había querido manosear a Pantera, y que ese había sido el motivo por el cual se habían agarrado a golpes, algunos estaban a favor de Macario, otros en su contra, pero en fin, no se sabia exactamente que había sucedido. Porque los únicos testigos eran los amigos de pantera.

Pantera era un hombre musculoso y fornido, como todos en el pueblo, él también trabajaba en el campo, cuando había algún evento en el pueblo, como jaripeos, acostumbraba participar en la monta de toros o carreras de caballos, le gustaba demostrar su valentía, parecía que no le tenía miedo a nada, siempre andaba en busca de retos, y por eso le decían Pantera, tenia apenas 20 años y ya se había casado cuando se peleo con Macario.

Después de aquella pelea, parecía que todo seguiría igual como hasta entonces, y que Macario y Pantera, ya no se volverían a pelear. Pero apenas había pasado una semana, cuando nuevamente tuvieron otro encuentro, y esta vez la pelea estuvo peor, por poco le tiran todos los dientes a Macario, pero Pantera no se fue sin recibir lo suyo, también le desfiguraron el rostro a golpe, la gente en el pueblo se alarmo y decían que si seguían así, uno de los dos terminaría muerto, y que lo mejor era que hicieran las pases y dejaran de pelear.

Pero las peleas siguieron, y en los rostros de ambos se veían las consecuencias, Pantera y sus amigos decían que quien iniciaba todo, era Macario, pero este se defendía diciendo que eso no era verdad, que él nunca le faltaba el respeto y tampoco lo provocaba, que ya estaba cansado de las peleas, y que le había pedido de favor que ya no volviera a la cantina, pero este seguía frecuentándola, y extrañamente siempre que se peleaban, los únicos clientes que quedaban dentro, era Pantera y sus amigos.

Por eso un día, Macario decidió irse del pueblo, se dio cuenta que si seguía así, tal ves  terminaría muerto, y como en el pueblo ya no sabían a quien creerle, algunos decían que era un homosexual descarado, y que los golpes que recibía los tenia bien merecido, y él se preguntaba, el porque de tanto odio  por parte del pantera, porque siempre buscaba la oportunidad de agredirlo, y él solo se defendía.

La cantina fue cerrada, Macario se fue del pueblo, todo volvió a la normalidad, Pantera ya no volvió a pelear con nadie, el tiempo paso, y poco a poco todo se olvido. Al ser Macario el único homosexual del pueblo, oficialmente se decía que el pueblo estaba libre de homosexuales, unas personas tal vez lo decían en forma de broma, otras tal vez lo decían muy en serio y con alegría.

Pasaron los años, Macario a pesar de ser del pueblo ya nunca regreso, se decía que en la ciudad le había ido mucho mejor, lo cierto es que después de varios años, muy pocos se acordaban de él, y probablemente ya nadie lo recordaría de no ser, porque Pantera, dio nuevamente de que hablar. Y vinieron a la mente aquellas peleas en la cantina.

Cuando Pantera se peleaba en la cantina con Macario, ya estaba casado, tenia 20 años y un hijo, después de que Macario se fue del pueblo, tuvo otros cuatro hijos, y después la fabrica se cerro, y aparentemente él seguía demostrando lo rudo que era, pero un día todo eso cambio.

Todo empezó como un rumor, se decía que pantera era gay, pero nadie lo creía porque no se le notaba, además era casado, con cinco hijos y siempre andaba tras  las mujeres, pero como dice el dicho, si el rio suena, es que agua lleva. Efectivamente, un día que Pantera se emborracho, empezó a actuar como loco, empezó a llorar y a decir que ya no aguantaba más, y que de una vez, confesaría la verdad, dijo que si, que todo lo que se decía de él era verdad, era homosexual.

Las personas que escucharon la confesión, no le creyeron, pensaron que era una broma, o que era por los efectos del alcohol, pero poco tiempo después, Pantera dio un paso mas adelante, comenzó a vestirse de mujer, y su esposa al no soportarlo más lo abandono.

Macario supo todo esto después, y entonces comprendió porque Pantera siempre lo provocaba y quería pelear con él, cuando lo provocaba siempre le dijo que no lo soportaba  y que lo odiaba, que era mejor que todos los homosexuales se murieran, que no merecían estar vivos, pero al ver que Macario no le hacia caso, era entonces que se le iba encima o lo empezaba a golpear, y al no tener otra opción, Macario se tenia que defender.

Tal vez pantera, se veía reflejado en Macario, y como no quería aceptar la realidad, era por eso que odiaba no solo a Macario, sino a todo aquel que fuera homosexual. Actualmente Pantera vive su vida como lo que es, se viste de mujer y ya no persigue a las mujeres, ahora persigue a los hombres y se acepta tal como es.

jueves, 2 de agosto de 2012

EN MI CASA, NO QUIERO VALIENTES



By Alberto Jiménez Ávila.
En memoria de mis abuelos.
 Amancia Mayo y  Silvestre Ávila, quienes contribuyeron para ser lo que soy.

Mi abuela era una mujer muy bondadosa y piadosa, a quien recuerdo con mucho cariño, algunas veces me llamo la atención, o me castigo, pero fue por mi propio bien, recuerdo que la única vez que me castigo, me azoto con su rebozo, el cual estaba hecho de algodón, y lo utilizaba cuando salía de casa para cubrirse la cabeza y sus hombros, en esa única ocasión en que me azoto, recuerdo que me dio tres rebozasos, y me puse a llorar, no porque en verdad me dolieran los azotes, sino porque yo sabia que mi abuela, te dejaba de azotar cuando empezabas a llorar, y después de eso, te abrazaba y te decía que para evitar volver a azotarte, no volvieras a hacer cosas malas ni a desobedecerle.

Mi abuela en verdad era una buena persona, tengo muy buenos recuerdos de ella, siempre que tuve la oportunidad de verla y conversar, siempre lo hice, no era una persona amargada, le gustaba sonreír y te daba confianza, para desahogarte y expresar tus sentimientos.

   Siempre trataba de protegerte, y si era posible intercedía por ti, cuando hacías algo malo y el abuelo te tenía que castigar, no para evitar el castigo, sino para que este no fuera tan severo. A  ella le tocaba aplicar los castigos por aquellas faltas que no eran tan graves, pero que si ameritaban una llamada de atención.  Cuando hacíamos algo grave y este no era intencional, para evitar que el abuelo se enterara, ella trataba de arreglar las cosas, y después del susto, hablaba con uno y te explicaba que lo que habías hecho estaba mal, y creo que eso, en verdad te hacia reflexionar, al menos en mi si funcionaba, y por eso siempre trataba de ser cuidadoso en lo que hacia, y hoy en día esas lecciones aprendidas, las sigo aplicando.

   Mi abuelo era un hombre justo, nunca te castigaba nada más por que si, antes de aplicarte un castigo, siempre escuchaba tu versión, no se dejaba llevar por el enojo, ni tampoco por lo que le decían los demás, ni la gravedad de lo que habías hecho, me consta porque estuve involucrado en varios problemas, y cada ves que eso sucedía, antes de castigarme, me pedía que contara mi versión.

   Nunca tuve un castigo injusto por parte de él, siempre recibí lo que me merecía. Tampoco dejaba pasar alguna falta, y era parejo con todos, no tenia nietos favoritos, si merecías el castigo, te lo aplicaba, ya que para él, la disciplina era muy importante, decía que debíamos ser respetuosos con todos nuestros mayores, y no meternos en problemas.

   Recuerdo también que siempre nos aconsejaba, que tuviéramos cuidado con los provocadores, aquellos que te dicen de cosa nada más para hacerte enojar y así iniciar una pelea contigo, siempre nos decía, las palabras no matan, por lo tanto no debíamos hacer caso de ellas, pero eso si. Nunca dejar que alguien nos pusiera la mano encima, y solo entonces debíamos defendernos. También nos aconsejaba, escoger muy bien a nuestros amigos, para evitar juntarnos con malas personas.

   Por eso siempre nos decía, “en mi casa, no quiero valientes”, haciendo referencia a aquellos que por buscarle pleito a cualquiera, ya se creen valientes, -por que eso no te lleva a nada bueno y puedes terminar muy mal-. Era un buen consejero, si lo sabias escuchar, y estaba siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitara. A mí en lo personal me gustaba conversar con él, ya que tenia muchas anécdotas y cada una de ellas te dejaban una enseñanza, y por eso disfrutaba de sus conversaciones.

   Para ilustrar lo justo que era mi abuelo, contare una de tantas anécdotas que me sucedieron en su casa. En una ocasión, estando de visita en el pueblo, una tarde noche, nos encontrábamos jugando, mis primos, sus amigos, mi hermano y yo, a tan solo dos casas de la de mis abuelos, en esa casa había una niña de muy buen ver, y uno de mis primos con sus amigos, trataban de quedar bien con ella, y mientras ellos platicaban, los más chicos, jugábamos entre nosotros, en el mismo patio, pero resulto que uno de los niños empezó a tener problemas con mi hermano, y por ese motivo lo acuso con su hermano, que era mucho mayor que nosotros.

   El hermano mayor, vino y golpeo a mi hermano, así nada mas por que si, porque mi hermano, solo discutió con su hermanito, por lo tanto eso me molesto, y esperaba que mi primo el mayor, y de la misma edad que aquel, le reclamara, pero como no lo hizo, entonces yo salí en defensa de mi hermano, pero al reclamarle, este solo se burlo de nosotros, y como sabia que no podía hacerle nada con mis puños, por ser muy pequeño, decidí cobrarme la afrenta a pedradas.

   Tome una piedra de rio que encontré en el patio, redonda y lisa, no muy grande, pero tampoco muy chica, y se la lance, pero este se hizo a un lado, y su hermanito, asomo la cabeza y le di en la frente, lanzo un grito de dolor, y comenzó a llorar, sangraba por la pedrada que le di, y yo lo que hice, fue irme a la casa, para evitar más problemas.

   Cuando llegue a la casa, en la puerta estaba mi abuela, y ella me pregunto, -¿porque te regresaste?, ¿Ya no quieres jugar?- yo le conteste que ya tenia sueño y me quería acostar, claro que a ella se le hizo rara mi actitud, pero ya no me pregunto nada, porque me imagino que ella presentía que algo había sucedido, y como allí estaba el abuelo descansando, prefirió no hacer más preguntas, para evitar que él escuchara y preguntara.

   A los pocos minutos, llego la madre del niño, para pedir que le curaran a su hijo, la abuela, inmediatamente les dijo que lo llevaran con una enfermera que vivía enfrente de la casa, y que además tenia una pequeña farmacia y vendía medicinas, mi abuela en verdad trataba de protegerme, para evitar que esto llegara a oídos de mi abuelo, pero una tía escandalosa, de esas que siempre están amargadas, porque no les va bien en la vida, no porque la vida no las quiera, sino, porque ellas toman malas decisiones y creen que los demás son los culpables.

   Con el escándalo que se hizo, me abuelo escucho y salió de su recamara, a ver de que se trataba, mi tía exagerando las cosas, inmediatamente le dijo, que yo casi mataba a un niño, y que era necesario me castigara, él pregunto que en donde estaba yo, la abuela tratando de evitar mi castigo, le dijo que ya estaba dormido, pero mí tía contesto que no era verdad, que me acababa de acostar y que solo me estaba haciendo el dormido, y no estaba mintiendo, era la pura verdad.

   La misma tía se encargo de levantarme, tenia unas ganas morbosas de ver como me castigaban, el abuelo acostumbraba azotarte con una “cuarta”, (látigo corto, tejido de cuero de res, que utilizan los jinetes), por eso, previniendo que me iban a “cuartear”, antes de meterme a la cama, me había puesto una playera y mi camisa, para aminorar el dolor que me provocarían los azotes que me daría el abuelo.

   Cuando estuve frente al abuelo, él con la cuarta en la mano, me pidió que me hincara, para recibir los tres cuartazos que acostumbrada aplicar como castigo, si este era grave, ya que el castigo iba de uno a tres azotes, uno, cuando la falta no era muy grave, dos, cuando esta era un poco grave, y tres, cuando si era grave.

   Una vez hincado, el abuelo me interrogo, -¿es verdad que tu descalabraste a ese niño?-, Si abuelo- Conteste, estaba yo tan enojado, que en verdad no me importaba el castigo, es más tenia la firme intención de no llorar, y agregue, -y si fuera necesario lo volvería a hacer, abuelo-, ante esta respuesta, el abuelo me pregunto cual había sido el motivo, por el cual había actuado así, que además estaba tan enojado, y no asustado por el castigo que me iba a aplicar, y yo le conteste, que él tenia la culpa.

   El abuelo estaba tan sorprendió, que casi me da el primer azote, y me dijo que él nunca me había aconsejado que apedreara a la gente, pero yo le dije, que me dejara explicarle, y empecé a contarle lo sucedido, y para terminar, le dije, -tu siempre nos haz dicho, que en tu casa no quieres valientes, que no hagamos caso de las palabras, porque estas no matan, pero eso si, no debemos dejar que alguien nos ponga la mano encima, que solo en esos caso, debemos defendernos, y eso fue lo que hice, abuelo, defender a mi hermano, y si tú crees que merezco  el castigo, azótame-.

   El abuelo me abrazo, y me dijo que no me castigaría, y para evitar que los demás se dieran cuenta, de que no había recibido castigo alguno, me pidió que saliendo de la recamara, fingiera estar llorando, y así lo hice. Al otro día, solo a mi abuela le conté la verdad, de lo que había sucedido en la habitación del abuelo.

   Por estas razones siempre los tengo en mis recuerdos, por que me enseñaron valores, y me dieron ejemplos, que hoy en día me mantienen por el camino del bien, trato de juntarme con gente de bien, para aprender de ellos y poder sobresalir.

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viernes, 27 de julio de 2012

Sigue así y llegaras muy lejos



By Alberto Jiménez Ávila
Hay ocasiones en que dices algo tratando de darle ánimos a alguien, pero la persona ha quien va dirigido el mensaje, lo entiende como algo negativo u ofensivo, cuando lo que quieres dar a entender es algo positivo, y sino quieres crear enemistades, te ves en la necesidad de explicar lo que quisiste decir.

Esto lo digo porque a mí en lo personal me ha sucedido con algunas frases o dichos que luego ando diciendo en las conversaciones  que tengo con mis amistades y conocidos. Aunque a veces creo que depende del estado de ánimo de la persona que recibe el mensaje, es como va a reaccionar, por ejemplo. Cuando estamos de buen humor nada nos ofende, siempre sonreímos ante las palabras necias de personas mal intencionadas o amargadas que nos dedican, pero sucede lo contrario con algunas personas cuando andan de mala y no pueden controlar su mal humor, ya que entonces hasta los halagos los toman ofensivos.

Esto lo comento, porque últimamente he oído decir a algunas personas, que mi frase favorita es ofensiva y desanima a las personas a quien se las digo, en ves de animarlas. La frase en cuestión no es otra que la siguiente, “Sigue así y llegaras muy lejos”, en lo personal no la siento ofensiva, y siempre la utilizo cuando alguien me dice que esta haciendo algo, y cuando creo que se la merece, se la digo, y lo hago con el fin de que esa persona reflexione sobre lo que esta haciendo con su vida, si es bueno, que siga así, pero si es malo, que pare y cambie.

Tal vez el mal entendido radica en el hecho de que la utilizo cuando alguien me dice o presume que esta haciendo algo, ya sea bueno o malo, siempre la digo, y va dirigida a lo que esta haciendo en ese momento. Pero déjenme aclararles que la frase tiene un significado exacto para ambas acciones, tanto buena, como mala, por la siguiente razón.

Si tu estas haciendo algo bueno y te beneficiara a ti o a los demás, es apropiado recibir unas palabras de aliento, y el que alguien te diga “sigue así y llegaras muy lejos” lo que te quiso decir, es que si sigues haciendo cosas buenas, tu futuro será muy bueno, porque quien siembra, algún día tiene que cosechar lo que sembró, y si siembras cosas buenas, tu cosecha no puede ser de otra cosa, más que de cosas buenas.

Ahora bien, que sucede cuando lo que haces no es bueno, y que no te beneficia, ni a ti, ni a los que te rodean, porque no debemos de olvidar que lo que hacemos, siempre va a salpicar a los que están a nuestro alrededor, nuestros padres, hermanos, amigos y todos los que formen parte de nuestra vida,  en este caso la misma frase se aplica muy bien y tiene el mismo mensaje, ya que va dirigido a lo que eres o estas haciendo en ese momento en que se dice la frase, si vas por el mal camino, tenlo por seguro que llegaras muy lejos si no te detienes. Si sigues así, llegaras muy lejos con tu propia destrucción,  y algún día también recogerás la cosecha que hoy estas sembrando.

Por eso no olvidemos que dependiendo de lo que hagamos o estemos haciendo, si seguimos así y no paramos, llegaremos muy lejos en lo que somos y hacemos, sin importar que este sea bueno o malo.

Y por ultimo, uno de los proverbios y cantares del poeta Español Antonio Machado. El 29 para ser exacto.

"Caminante, no hay camino, se hace camino al Andar"
Caminante, son tus huellas 
el camino, y nada más; 
caminante, no hay camino, 
se hace camino al andar. 
Al andar se hace camino, 
y al volver la vista atrás 
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar. 
Caminante, no hay camino,

jueves, 12 de julio de 2012

El tiempo es tan valioso como el oro


Foto: Alberto Jiménez Ávila

By Alberto Jiménez Ávila
Me gusta ser puntual cuando tengo una cita, sin importar que esta sea de trabajo, familiar o de amor, para mí lo importante es llegar a tiempo, para no hacer esperar a la persona con quien tengo la cita o voy a ver, siempre trato de llegar 15 minutos antes de la hora programada, no importar quien sea la persona, para mi todos son importantes y su tiempo es valioso.

Es por eso que tampoco me gusta que me hagan esperar cuando tengo una cita con alguien que me pide lo atienda, me gusta que sean puntuales y que no me hagan esperar, y en caso de que no puedan llegar a tiempo, tener la amabilidad de hacérmelo saber para que no me desespere, por que me pongo ansioso y me molesto.

Tal ves esto sea un trauma que tengo o no se por que me sucede, pero no me gusta esperar a las personas con las que tengo una cita. Me gusta que sean puntuales, porque cuando no lo son, me da la impresión de que mi tiempo no es valioso para ellos, y por eso me hacen perderlo al estar esperándolos.

Otras de las cosas que hago cuando tengo una cita con una persona, es pedirle que escoja la hora a la que quiere que nos veamos, para que no tenga pretexto de decir, -es que a esa hora yo no podía llegar, porque tenia otro compromiso ya programado-, que es una de las escusas que me han dado, o la más clásica, - el camión venia despacio y por eso no llegue a tiempo- y en respuesta a eso los camioneros, utilizan la siguiente frase, “los huevones siempre llegan tarde y le echan la culpa a los camiones”

Otra cosa que muchos no entienden, es que si te dicen que la cita es a una tal hora, es decir a las 10:00 de la maña, me queda claro que la cita es exactamente a esa hora, no a las 10:30 o  10:55, como muchos creen, que cuando les señalas la hora de llegada, te dicen, todavía son las 10, llegue a tiempo, y casi son las 11:00 de la mañana.

En algunas ocasiones a veces es imposible llegar a tiempo a una cita, como por ejemplo, cuando hay un accidente por donde tu tienes que pasar, o cuando se daña tu medio de transporte o algo que tu no puedes hacer nada y escapa de tus manos, en esos caso es justificable llegar tarde o de plano no llegar, pero lo que no se vale, es que no avises a quien te esta esperando, para que en caso de tener otras cosas que hacer, no pierda el tiempo esperándote.

Me ha tocado recibir la siguiente excusa, -de todos modos tu no estas haciendo nada y me puedes esperar- ¿Cómo sabe esa persona que no estoy haciendo nada?, o como puede asegurar algo que no le consta. Un día le hice esa pregunta a una persona que me contesto así cuando le dije que había llegado una hora después de lo programado, y me dijo que creía que yo tenía mucho tiempo de sobra, porque cuando me visitaba, siempre veía que actuaba con mucha tranquilidad y le prestaba toda mi atención y no veía que estuviera haciendo algo. Por eso tenia esa percepción sobre mí.

Pero le aclare que le prestaba toda mi atención, porque es de mala educación que hayas hecho una cita con alguien y que cuando llegues, este no te atienda argumentando que tiene mucho trabajo, cuando se supone ya tienes una cita, y si no tienes tiempo para atender a las personas, entonces para que las citas o les dices que los podrás atender a tal hora cuando no es verdad.

No hagamos perder el tiempo a los demás, aunque creamos que la persona tiene mucho tiempo libre y no lo utiliza, porque el tiempo es tan valioso como el oro o el dinero, algunos tienen más que los demás, y eso  depende de como lo administren, y viene siendo lo mismo que si fuéramos con alguien que tiene  dinero ahorrado y no sabemos que hace con él, no somos nadie para pedirle que nos lo regale, si no contribuimos ni ayudamos para que lo tenga, no podemos decirle dame de tu dinero ahorrado, de todos modos no lo utilizas, -verdad que no seria gracioso ni justo-

La impuntualidad es una falta de respeto, no de tiempo, y únicamente cuando en ello se nos puede ir la vida, se justifica y con toda razón, “es mejor llegar tarde que no llegar nunca”.

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viernes, 1 de junio de 2012

¿Porque llorar, si podemos sonreír?


By Alberto Jiménez Ávila
En una ocasión, al ir caminando por la calle, empecé a sonreír porque me acorde de algo que me había sucedido hacia ya mucho tiempo, algo que en su momento me dolió y me avergonzó, porque me caí al resbalarme, cuando iba caminando por la calle, pero ahora me parecía algo gracioso y cada ves que me acuerdo me hace gracia.

Una persona conocida mía y por su mal genio, que estaba esperando el camión, me vio sonreír, e inmediatamente me pregunto, si estaba loco por ir por la calle sonriendo solo, para no explicar el motivo y dejarla con la duda, le dije que si, y ante esa respuesta creo que se molesto, porque probablemente esperaba una explicación, pero no le di importancia y me aleje.

Soy de la idea que debemos reírnos de nosotros mismos cuando cometemos algún error o nos sucede alguna desgracia, y no de los errores y desgracia de los demás, porque además es desagradable y a nadie le cae bien alguien que se ríe de los otros.

Conozco personas que ante una desgracia pequeña o grande, no dejan de lamentarse durante un buen tiempo, algunos hasta por años, y no lo superan tan fácilmente y eso les hace mas daño, porque entre más te acuerdes menos lo superas y la llaga durara sin sanar.

Ante situaciones difíciles de superar debemos aplicar el siguiente consejo:
Un sabio, se paró ante un público y contó un chiste y todos se rieron. Al cabo de un rato conto el mismo chiste y casi nadie se reía; conto el chiste una y otra vez hasta que nadie se reía. Y dijo: si no puedes reírte varias veces de una sola cosa, ¿Por qué lloras por lo mismo una y otra vez?

Dejemos de llorar por aquello que nos hace daño, aprendamos a ser felices y sonriamos ante todo, sin importar lo que piensen los demás, cuando nos ven sonreír solo, y si nos critican por eso, entonces contestemos: "Si alguna vez me vez sonreír solo, no creas que estoy loco, le sonrió a la vida".


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miércoles, 21 de marzo de 2012

DIGA NO AL PREJUICIO Y LA DISCRIMINACIÓN


El hombre más rápido del mundo, Usain Bolt.. Es negro
El presidente de la mayor potencia mundial Barack Hussein Obama II.. Es negro
La presentadora de televisión mas grande de EUA Oprah Gail Winfrey.. Es negra
El neurocirujano más grande del mundo, Dr. Benjamin S. Carson, Sr., M.D... Es negro
La miss universo 2011, Leila Luliana da Costa Vieira Lopes .. Es negra
El mejor peleador de la UFC, Anderson Silva.. .. Es negro
El mejor jugador de fútbol en la historia, Edson Arantes do Nascimento.. Es negro.

Y todavía hay gente que menosprecia a los negros.. Diga no al prejuicio y la discriminación.

viernes, 2 de marzo de 2012

Soy de Huehuetán

By Amada Chagüe

Yo soy la hija de Adán
La que nació  por antojo
Quisieron formarme un plan
Pero se picaron el ojo
Como soy de Huehuetán
No sudo ni me encojo.
Cartel de bienvenida al pueblo de Huehuetán
Iglesia del pueblo de Huehuetán

lunes, 13 de febrero de 2012

TODO POR AMOR

Los efectos del alcohol.


By Alberto Jiménez Ávila
Con la mirada perdida y sentada en la banqueta, la joven escuchaba el sermón que la anciana le dio. ¿Acaso no te quieres, no te valoras ni te importa tu hijo que llora todos los días porque no lo atiendes ni le das de comer?,
-Ya deja de llorar por ese hombre que no te quiere, te lo ha demostrado abandonándote por otra mujer, dedícate a tu hijo y deja de perder el tiempo rogándole a tu marido para que regrese, porque entre más le ruegues menos lo hará, y si en verdad te quiere, regresara por su propia voluntad-

Dalila se sentía adolorida y le dolía la cabeza cuando le dieron el sermón, los efectos de la cruda se estaban haciendo presentes y como había dormido en el suelo como solía hacerlo cada vez que se emborrachaba tratando de olvidar su desgracia, le dolía todo el cuerpo. Pero aun así escucho con atención lo que la anciana le decía, se sentía de lo peor y creía que ya había caído demasiado bajo, sobre todo al darse cuenta que su bebe de apenas un año estaba padeciendo de hambre y abandono por su culpa.

Los vecinos caritativos como la anciana que la sermoneaba, se hacían cargo de su bebe, porque ella ya no se mantenía sobria, diariamente tomaba y deseaba ahogarse en el alcohol sin importarle dejar abandonado a su pequeño hijo, y todo por el dolor que sentía al haber sido abandonada por su marido sin darle ninguna otra explicación, cuando se fue de la casa únicamente le dijo, -ya no te quiero y será mejor que me vaya de la casa- así lo hizo y se fue a vivir con otra mujer.

Cuando se casaron ella estaba feliz, y pensó que su matrimonio duraría para siempre como lo había dicho el sacerdote del pueblo, ella lo amaba de verdad y por eso decidió casarse con él después de un año de noviazgo, estaba convencida que trabajando los dos duramente, lograrían salir adelante.

Al pasar el tiempo y al ver que en el pueblo no lograban mejorar su situación, él le propuso que se fueran a vivir a la ciudad para probar suerte, y así lo hicieron, como él no sabia hacer nada más que trabajar en el campo, busco trabajo como ayudante de albañil y así transcurrieron los meses, ella salió embarazada y los dos estaban felices, el niño nació y empezó a crecer, pero antes de que este cumpliera un año, y sin que ella se lo esperara, porque nunca sospecho nada, él le dijo que ya no la quería y que la dejaba por otra mujer.

Cuando escucho lo que él le decía, se quedo aturdida, al principio no supo que decir, pero después de reponerse del impacto de la noticia le pidió una explicación, pero él le volvió a responder lo que ya le había dicho,
 -ya no te quiero y será mejor que me vaya de la casa-
Tomo sus cosas y se marcho, ella lloraba, su bebe también lloraba porque no sabia lo que sucedía, y así se paso toda la noche sin poder dormir hasta que amaneció.

Dalila sabia donde trabajaba su esposo, al ver que ya no regreso lo fue a buscar,  le rogó que regresara, le dijo que no le importaba que tuviera otra mujer, pero que no la dejara, él le dijo que a la casa nunca regresaría y le pidió de favor que no lo volviera a buscar, triste y llorando inconsolablemente ella regreso a la casa con su bebe en los brazos, se lo había llevado con la esperanza de que al ver a su hijo sintiera compasión y regresara con ellos, pero ni eso lo ablando, se mantuvo firme en su negativa de regresar con ellos.

Al verse abandonada y sin ningún consuelo, trato de buscar algo que le aliviara ese dolor que sentía en lo más profundo de su alma y el corazón, ese dolor que solo da cuando se pierde a alguien que en verdad se ama,  pensó en el alcohol. Como vivía sola no tenia quien le cuidara a su niño, y cuando se emborrachaba, el pobre bebe no comía y lloraba de hambre, al principio los vecino pensaron que el bebe estaba enfermo, pero después se dieron cuenta de la realidad,  fue entonces que trataron de que ella dejara el vicio, pero era difícil que lo hiciera, porque cuando ella estaba sobria, se ponía a llorar inconsolablemente al recordar que la habían abandonado,  hasta pensó en quitarse la vida, pero le falto  valor.

Al principio se emborrachaba en su casa, pero cuando los vecinos se empezaron ha hacer cargo de su hijo, se salió a la calle y había días que no regresaba porque se quedaba dormida tirada en las banquetas, para seguir tomando empezó a pedir dinero en la calle y así poder comprar más alcohol, cuando regresaba a la casa, ni siquiera le hacia caso a su niño, solo lo miraba sin decir palabras y empezaban a llorar los dos.

Pero esta vez al escuchar a la anciana, sintió que algo desde lo más profundo de su ser le dijo, que la anciana tenia razón, su hijo era más importante que cualquier otra razón, y decidió dejar el alcohol, regreso con la anciana a su casa, se baño y se durmió, cuando despertó aun sentía nauseas y se sentía mareada por el alcohol, pero decidió aguantar y trato de superar todo lo que le sucedió.

Después de dejar atrás su alcoholismo, decidió ponerse a trabajar para salir adelante junto con su hijo, se trajo a su madre del pueblo para que le ayudara a  cuidarlo. Poco apoco supero todo su dolor, con el paso de los años construyo su casa, ya que cuando su esposo la abandono, solo una casa de laminas de cartón le dejo, y el terreno lo estaban pagando, por lo tanto ella lo termino de pagar.

Una tarde su esposo llego a la casa, para eso ya habían pasado más de once años desde que él la había abandonado, su hijo estaba estudiando la secundaria y al verlo ambos se sorprendieron, quería hablar con ellos, eso fue lo que les dijo. Dalila lo dejo pasar y lo escucho, él le dijo que estaba arrepentido de haberlos abandonado y que la mujer con la que se había ido, no era lo que él pensó, y por eso quería volver con ellos.

Dalila estaba confundida, no sabia que hacer, recibirlo o no, y por eso le dijo que regresara al otro día, que primero lo hablaría con su hijo, para saber lo que él opinaba, ella estaba convencida que probablemente le diría que si, que lo dejara regresar, pero se sorprendió cuando él le contesto.
-Cuando lo necesitamos no estuvo con nosotros, nos abandono, para que lo queremos ahora, pero si tu quieres que regrese adelante, esa será tu decisión-.
Pensó que efectivamente su hijo tenia razón, al otro día cuando su aun esposo regreso, y ya traía su ropa, porque estaba seguro que lo recibirían,  ella le dijo que no.
-ya lo platique con nuestro hijo y creo que es mejor que no regreses a la casa, no te deseo mal alguno, porque eres padre de mi único hijo y alguna vez te ame, pero ya no te necesitamos y es mejor que sigas tu camino-

Actualmente, Dalila ya es abuela de un niño y una niña, su vida ha sido feliz porque ella así lo ha querido, ya que como ella dice, la felicidad esta en uno mismo, y si quieres ser feliz lo serás, porque si esperas encontrar la felicidad en alguien más, toma asiento que parado te cansaras.

Es verdad lo que dice Dalila, a veces esperamos encontrar la felicidad en alguien más, sin darnos cuenta que la felicidad es mental y esta en cada uno de nosotros y que no puedes dar lo que no posees, si eres feliz, darás felicidad y sino, solo malos ratos compartirás, y pasaras toda la vida buscando a esa persona que según tú te hará feliz.


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