Lotario de Segni, ese era el verdadero nombre de Inocencio III, hombre que lo tenia todo, poder, dinero, admiración y la mujer que mas deseaba. Es por eso que cuando su madre lo animaba a servir a Dios, através de la iglesia católica, él se negaba porque no deseaba involucrase en asuntos que lo alejaran de lo que mas disfrutaba en esos años, el estudio de los libros permitidos o no, por la iglesia, ya que pensaba y lo creía sinceramente, que el único camino para ser libre, era que el hombre aprendiera a cuestionar todo lo establecido, como lo enseñaban los grandes pensadores de la antigüedad, como platón y demás escritores griegos.
Y era precisamente por eso que la iglesia no permitía la lectura de esas obras literarias, porque no quería que los ciudadanos cuestionaran las enseñanzas de la iglesia y sus seguidores, pero a Lotario no le importaba lo que la jerarquía católica pensaba, porque a pesar de eso, él seguía estudiando a los pensadores de la antigüedad y no solo eso, también los discutía con sus maestros y amigos.
Cuando había terminado de estudiar teología y estaba ya estudiando Derecho, conoció a la mujer que lo volvía loco en la cama, “Bruna”, y pensó que era el amor de su vida, hasta llego a pensar en desafiar a su madre con el único propósito de casarse con ella, su madre siempre le decía.
-Hijo quiero que te decidas de una vez, servir a dios o buscar una mujer que sea de una buena posición económica para casarte. Pero Lotario siempre le dio largas al asunto y trataba de estar el mayor tiempo posible lejos de su madre para no oírle decir siempre lo mismo.
-Hijo quiero que te decidas de una vez, servir a dios o buscar una mujer que sea de una buena posición económica para casarte. Pero Lotario siempre le dio largas al asunto y trataba de estar el mayor tiempo posible lejos de su madre para no oírle decir siempre lo mismo.
Por eso cuando conoció a Bruna, pensó que si se casaba lo haría con ella y nadie mas, sin importarle los reproches que recibiría de su madre al casarse con una mujer pobre, y además de ser pobre, hereje por no creer en lo que enseñaba la iglesia, porque Bruna era seguidora de los Valdense, cristianos que creían que la iglesia no enseñaba las doctrinas de Jesús, Humildad y Pobreza, en pocas palabras no pensaban de la misma manera como lo hacia la Iglesia católica.
Varias veces los ejércitos al servicio de la iglesia estuvieron apunto de atrapar a Bruna, pero siempre se salvo, Lotario se preguntaba- ¿quien es el dueño de la verdad?, ¿los Valdense o nuestra iglesia?, ¿y si nosotros estamos equivocados y ellos están en lo cierto?, deseaba tener poder para detener la persecución a la que estaba sometida su amada, en uno de esos encuentros apasionados que siempre tenían cada vez que se veían, ella le pregunto, ¿ pararías esta persecución a la que estamos sometidos los Valdense, en caso de que llegues a ser Papa?, -si lo haría, porque es una persecución sin sentido, ese no es el camino para hacerlos ver que viven en el error, pero nunca llegare a ser Papa, le contesto, -si llegaras. Le dijo ella.
Bruna lo abandono, y Lotario se sintió devastado por eso, porque lo hizo en el momento en que él ya había decidido casarse con ella e irse a vivir a la campiña Francesa y vivir como campesinos, después de eso decidió viajar para no oír los reproches de su madre al no decidirse casarse o dedicarle su vida a la Iglesia. En un monasterio en el que se refugio por un tiempo conoció a Angello, un monje de ideas parecidas a las de él, que pensaba que la iglesia posiblemente estaba equivocada con sus enseñanzas, y que también gustaba de la lectura de los libros prohibidos.
Fue él quien le marco la vida hasta los días de su muerte, porque este apesar de ser pobre tenia una visión mas amplia de la vida, por eso cuando murió al poco tiempo de haberlo conocido, le lloro y le dolió mas que a cualquier otra persona, fue él quien le dijo que cuando llegara a ser Papa, él siempre estaría ahí para orientarlo y hacerle saber los aciertos y errores de su gestión, pensaban igual, -la iglesia esta siendo manejada por inútiles, lo único que les importa es no perder sus canonjías que tienen, y no las enseñanzas de Jesús, le decía.
El Papa Clemente III, Nombra a Lotario, Diacono, por los buenos servicios prestados a la Iglesia , Clemente III era tío de Lotario y este se involucro un poco mas en los asuntos terrenales de la iglesia, al darse cuenta de que su tío era una especie de títere de los reyes de esa época, porque no se decidía a imponer su autoridad y los reyes desobedecían muchas de sus ordenes, pero lo peor no era eso, sino que rompían sus promesas hechas al Papa, eso molestaba a Lotario porque creía que si las cosas seguían así, la iglesia desaparecería, y él era un ferviente creyente de la doctrina católica.
Por eso poco a poco empezó a vislumbrar la idea de ser Papa al ver que el sucesor de su tío, no hacia nada y se rodeo de gente que solo pensaba en su futuro político dentro de la iglesia, cuando llego el día de escoger al sucesor, él ya era conocido como uno de los mejores hombres que tenia la iglesia, por ser una persona inteligente y muy bien letrado, cosa que la gran mayoría de los miembros de la jerarquía católica carecían, muchos ya se habían dado cuenta que era necesario de que el próximo papa fuera de las mismas características de Lotario, para que pusiera orden dentro de la iglesia y dejara de ser lo que era hasta esos días, una institución sin respeto por parte de los monarcas.
El sueño de Inocencio III era unificar a la Iglesia católica, porque en esos momentos de su coronación, prácticamente estaba dividida, y cada arzobispo o cardenal hacia lo que quería y se daban vida y actuaban como reyes, Vivian en la opulencia y su ejemplo no era de humildad, sino de soberbia hacia los mas pobres y de lambisconería hacia los poderosos, - Yo unificare a la iglesia y le daré el poder que se merece, eso ero lo que pensaba y decía Lotario de Segni cuando fue coronado Papa, con el Nombre de Inocencio III.
Pero una vez en el poder, empezó a perder la realidad de las cosas, pensaba que sus decisiones eran dictadas directamente por Jesús, llego a tal punto su fanatismo que no permitía objeciones, siempre quería imponer sus decisiones, lo que antes crítico ahora le parecía que era lo correcto. -No debemos permitir que la gente piense por si mismo, debemos obligarlas a pensar como lo dicta la iglesia, porque si no lo hacemos así, al rato todos harán lo que quieren.
“Están con la iglesia o contra ella”, era su frase favorita cuando alguien cuestionaba sus decisiones, en el nombre de la iglesia mando asesinar no solo a los herejes, sino que también a los propios cristianos, -a veces hay que hacer ciertos sacrificios para poder cumplir los designios de Dios. Se justificaba cuando alguien lo cuestionaba.
Fue el Papa con más poder de su época, pero también el más odiado, utilizo la intriga para mantener dividido al mundo cristiano, contrario a lo que se suponía que pensaba hacer, “Unir a la cristiandad”, se sospecha que murió envenenado por su Sobrino Ugolino de Segni, (Gregorio IX) un hombre con ambición de poder y que una vez que lo consiguió implanto la santa Inquisición.
Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo mal y quiso reparar sus errores, fue demasiado tarde, probablemente todos se lo hubieran agradecido, pero fue envenenado, y para eso, su sobrino se valió de la mujer a quien amo en su juventud y de quien probablemente nunca hubiera desconfiado, Bruna.
El Sueño de Inocencio, del escritor Gerardo Laveaga, (Editorial Grupo Planeta) una obra que vale la pena leer
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