sábado, 9 de mayo de 2009

A MI MADRE

By Alberto Jiménez Ávila
A mí madre la quiero, no porque me trate bien, sino porque me dio la vida, e independientemente de cómo me trate, siempre la voy a querer, a veces no me entiende y me desespero, pero otras veces, sin decirle nada, sabe muy bien lo que me pasa, y esos pequeños detalles, hacen que la quiera cada día mas.

Algunas veces no nos damos cuenta de lo importante que es tenerla, y no pensamos en el daño que le hacemos al no mimarla y demostrarle lo mucho que la queremos, porque a pesar de que siempre demuestran estar bien, solo para no preocuparnos, ellas también necesitan comprensión, cariño, mimos y apapachos, pero sobre todo necesitan que la escuchemos, porque siempre tienen algo que decirnos.

Si no vivimos con ellas, cuando las visitamos se alegran y siempre quieren contarnos todo, desde lo más importante hasta lo mas insignificante, a veces pienso que parecen niños, pero dígame alguien, quien no quiere a un niño, todos queremos a los niños, porque te demuestran su amor de una manera sincera, y cuando te dan un abrazo, te lo dan con mucho cariño.

Mi madre casi no me abraza, no porque yo no me deje o no me quiera, sino porque así me acostumbro, pero al pasar el tiempo me he dado cuenta que es importante hacerlo, porque si no lo hago ahora que aun la tengo, tal vez el tiempo no me lo permita, porque este no se puede sobornar ni detener, para que nos permita hacer mas tarde, lo que no hicimos antes.

Por eso he pensado que debo cambiar mi actitud, y empezar a demostrarle ese amor tan profundo que tengo por ella, el tiempo pasa, la edad ya le empieza a pesar y no quiero arrepentirme después, de todo lo que pude haber echo por ella, y no lo podré hacer jamás, dejare de ser duro con ella, conversaremos mas, le escuchare todo lo que me quiera decir, y la abrazare cada vez que tenga la oportunidad.

Siempre que me ve se alegra, para ella, aun soy su niño sin importar lo que el tiempo diga, y eso me hace pensar, que el día que yo tenga a mis hijos a pesar de que no soy mujer, también haré lo mismo, y me alegrare de verlos cuando me visiten y ya no vivan conmigo, y me haré el fuerte para que no vean mis lagrimas al verlos partir.

No se que se siente vivir sin una madre, pero me imagino que ha de ser muy triste, por eso pienso, que este diez de mayo si aun tenemos a nuestra madre, visitémosla, llamémosle o hagamos cualquier cosa, para demostrarle lo mucho que la queremos y lo agradecido que estamos, de que ella sea nuestra madre y nos haya dado la vida.

Pero no nada mas este día le debemos demostrar cuanto la queremos, sino todos los días, para que el día que ya no la tengamos, no lloremos de remordimiento por lo poco que le dimos y demostramos, sin no, por lo triste que estamos al no volverla a ver jamás, en vida debemos darle todo, porque es preferible llevarle flores a su casa, que llevárselas a su tumba.

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